Existe actualmente confusión entre los términos institución y organización, para un primer acercamiento a estos terminos podemos aclarar que en la definición clásica del concepto de institución autores como Mauss y Fauconnet en los inicios de la sociología en Francia señalaban que: “las instituciones son un conjunto de actos o de ideas instituidas que los individuos encuentran ante ellos o que más o menos les son impuestas”, entendemos pues por esta palabra tanto los usos y los modos, como los prejuicios y las supersticiones, como las constituciones políticas o las organizaciones jurídicas esenciales; pues todos estos fenómenos son de la misma naturaleza y no difieren más que en grado.
Por oposición
se puede señalar que el concepto de ORGANIZACIÓN es mucho más restrictivo. Se
puede, pues, definir la organización como un
agrupamiento de personas:
- Reunidas con fines de producción (bienes, servicios, ideologías…)
- Sometidas a reglas que prevén su posición en la estructura de relaciones.
- Encargadas de ejecutar tareas, diferenciadas en grados diversos, cuyo modo de ejecución está más o menos precisado.
- Que reciben, a cambio, satisfacciones morales o materiales.
- Insertadas en una pirámide de mando y de control del cumplimiento de las tareas.
- Que poseen una libertad más o menos condicional de dejar el agrupamiento.
La
organización es pues ante todo, las personas físicas reunidas, más o menos
voluntariamente, para producir alguna cosa juntos.
En base al
concepto de institución y de organización para aplicarlos al trabajo social, se
puede calificar el trabajo social de institución mientras que las “instituciones” que emplean a los
trabajadores sociales son organizaciones. En cuanto institución, el trabajo
social es “un conjunto de actos o de
ideas instituidas” cuya “función” es
combatir lo que Durkheim llama la “anomia”
por la puesta en funcionamiento de redes de solidaridad y de control social.
Algunos de los
conceptos
claves de los funcionamientos de la organización son: El poder, el Análisis estratégico y la Burocracia
En el artículo
la intervención colectiva en TS, la autora Cristina de Robertis nos muestra un
esquema muy interesante sobre el análisis de una organización:
El esquema de
análisis está construido en cuatros partes:
1. La identificación de la organización.
1.1. Ficha de filiación: nombre,
función, naturaleza jurídica, número de asalariados.
1.2. Trayectoria histórica.
1.3. Entorno espacial.
1.4. Inserción institucional y
modalidades de financiación.
1.5. Modo de entrada en relación
con la clientela y características de ésta.
2. La descripción de los principios formales de funcionamiento.
2.1. Organigrama.
2.2. Sistemas de
relaciones-comunicaciones internas y externas.
2.3. Reparto y definición de
tareas.
2.4. Procedimientos de contratación
y de despido.
3. La descripción del funcionamiento informal.
3.1. Medida de los apartamentos con
respecto a los principios formales.
3.2. Análisis de los procesos de
decisión
3.3. Proyección de la autoridad en
los discursos, el tiempo y el espacio.
3.4. Proyección de la ideología en
los discursos, el tiempo y el espacio.
3.5. Relaciones informales con el
entorno.
3.6. Redes de pertenencia.
4. La caracterización de la organización.
4.1. Grado de formalismo.
4.2. Modalidades de toma de
decisiones.
4.3. Capacidad de cambio,
(resistencia al cambio)
De igual forma
nos señala que para reunir las informaciones sobre estos puntos es necesario: Interrogar
los textos (análisis documentales y análisis de contenido) y las personas
(entrevista cuestionario)
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