sábado, 31 de diciembre de 2016

EL DESARROLLO DEL ESTADO DE BIENESTAR EN LOS PAÍSES CAPITALISTAS AVANZADOS



EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR



Al analizar el desarrollo de los Estados de bienestar en las distintas sociedades, es posible dar cuenta de diversos elementos reflexivos sobre el “deber ser” de la vida social, los límites de ésta y cómo normar los derechos y garantías de las y los ciudadanos. En este afán analítico se revisan constantemente conceptos como participación ciudadana, democracia y ciudadanía social, los que explican la extensión de los derechos individuales de los ciudadanos y la creciente capacidad de manifestación de los individuos sobre las decisiones del Estado– Nación y en las nuevas formas que éste está asumiendo en la globalización.

En dicho contexto del Estado de Bienestar podemos entender el papel de la Educación Social, para ello podemos utilizar las referencias de autores como Olmos y Silva (2003) hacen en su artículo El desarrollo del estado de bienestar en los países capitalistas avanzados: un enfoque socio-histórico. 

Los autores señalan como enfoque conceptual para caracterizar los Estados de Bienestar es el propuesto por Titmus - citado en la obra Esping-Andersen-, quien diferencia entre Estados de Bienestar “residuales” e “institucionales”. “En los primeros el Estado solo asume la responsabilidad cuando ha fallado la familia y el mercado, procura hacerse cargo de los grupos sociales marginales o necesitados. El segundo modelo se dirige a toda la población, es universalista y abarca un compromiso institucionalizado de protección social” (Esping – Andersen, 1993: 40) señala el autor sueco. Pag.7


Otra aportación interesante es la que señalan que el Estado de Bienestar se basa en el sistema político del gobierno, y en una extensión de los Derechos (cronológico): primero los derechos civiles, los políticos y los sociales (pag.7)

En este orden cronológico propuesto, una vez superada la Segunda Guerra Mundial, el Estado de Bienestar se convirtió en una realidad institucionalizada en la mayor parte de los países capitalistas occidentales. La forma de institucionalización que se adopta para el Estado de Bienestar en cada país, viene marcada por las relaciones entre las fuerzas sociales en acción, por las fuerzas políticas que lideran el proceso y por las normas institucionales puestas en marcha antes y durante la guerra. (pag.11)

Gøsta Esping-Andersen propone distinguir tres regímenes del Estado de Bienestar a partir de las diferencias internacionales que encuentra en la calidad y condiciones de los derechos sociales, en la estratificación social del bienestar y en la relación existente entre el Estado, el mercado y la familia (Esping Andersen, 1993: 50).



1.      Estado de Bienestar liberal

2.      Estado de Bienestar conservador/corporativista

3.      Estado de Bienestar socialdemócrata


En los análisis de los Estados de Bienestar modernos que presenta Esping-Andersen, se puede apreciar el efecto redistributivo de carácter igualador, que los Estados de Bienestar generan en la estratificación social y el mercado de trabajo, su viabilidad financiera, legitimidad social transversal y permanencia en el tiempo se verían amenazadas.

El crecimiento económico sostenido y el pleno empleo que se había logrado en la mayor parte de los países occidentales desde los años cincuenta, a partir de los años setenta empiezan a disminuir de forma repentina. Con esto comienza un proceso de desbaratamiento del modelo de desarrollo del Estado de Bienestar Keynesiano. Paralelamente, aumentan los requerimientos de prestaciones hacia el Estado y disminuyen los cotizantes al sistema de seguridad social. La crisis se verá agudizada por la subida del precio del petróleo que produce una contracción económica en gran parte de los países de Europa.

Un análisis preciso del proceso histórico seguido en el advenimiento del Estado de Bienestar, nos demuestra que la cultura del bienestar europeo va unida al crecimiento de la burguesía en todas sus variadas formas. Y en cierta manera es lógico que así sea, ya que la cultura del bienestar no es otra cosa que DESEAR y ver SATISFECHAS un conjunto de NECESIDADES que van más allá de la biológica exigencia de alimentarse, vestirse y cobijarse.

La cultura del bienestar implica que la sociedad tenga plenamente satisfechas estas tres necesidades elementales y que, una vez logrado ese primer objetivo pueda asumirse el reto de ver cumplidas otras necesidades no menos importantes.

La historia nos demuestra que casi siempre que un estado asume un fuerte protagonismo en el diseño y responsabilidad de la vida de los ciudadanos, corre el riesgo de que cuando los umbrales de insatisfacción de la población son de suficiente entidad, se le responsabilice de no responder a las demandas planteadas. 

La cultura del bienestar ha posibilitado entre otras cosas que la mayoría de ciudadanos hayan entendido cuáles son sus derechos y libertades por el hecho de vivir en un Estado Social y de Derecho. Fruto de este continuo proceso de “conciencia social” la cultura del bienestar es un importante logro de las sociedades modernas al que los ciudadanos no están dispuestos ya a renunciar. La protección social y los nuevos ámbitos de la educación social se enfrentan a nuevos problemas que dificultan su pleno ejercicio: desempleo, envejecimiento de la población, exclusión social, son algunos de los principales obstáculos a los que se enfrenta el modelo de bienestar social. Si a ello añadimos el necesario control del gasto público tendremos el marco de los principales males que aquejan nuestra actual sociedad de bienestar. 


Una mirada a la historia de la educación social es suficiente para demostrar que sus fases de máximo apogeo coinciden con las situaciones más conflictivas de la sociedad. Un claro ejemplo ha sido la crisis económica mundial 2008-2010.

Nos encontramos en pleno reajuste de algunas de las funciones del estado y también de otras instituciones como la familia o la empresa.

Como reflexión final podemos decir que la dificultad que implica establecer relaciones entre estado de bienestar y la educación social son evidentes pero podríamos señalar lo siguiente:

  • El que la sociedad haya adquirido plena conciencia de los derechos que supone vivir en un Estado Social y de Derecho.
  • La generalización del bienestar como derecho de todos los ciudadanos.
  • La responsabilidad del Estado frente a las necesidades básicas mediante la previsión pública de servicios sociales. 
  • El que la sociedad haya alcanzado un determinado desarrollo económico, lo cual posibilita que el Estado asuma compromisos sociales y educativos que van más allá de las necesidades biológicas y escolares.
  • La progresiva intervención del Estado en la política económica y cultural, ya que ello favoreció el desarrollo de la educación social.
  • Mayor intervención del Estado en el diseño y responsabilidad de las políticas sociales.


Como consecuencia de estas y otras circunstancias, podemos decir que la actual educación social se desenvuelve en un contexto que podríamos considerar como “residual” del Estado del Bienestar, por tanto la educación social adquiere un cierto carácter reparador. Interviniendo cuando las necesidades se han producido y no, como sería de desear, antes de que aquéllas aparezcan y como una prestación a la totalidad de la población.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Giner de los Ríos. El espíritu de la ILE.



La Institución Libre de Enseñanza


En 1843 el profesor don Julián Sanz del Río (1814-1869) introduce, en España, la filosofía de Federico Cristian Krause. Francisco Giner de los Ríos, discípulo de Sanz del Río, Fernando de Castro, Nicolás Salmerón, Gumersindo de Azcárate y otros profesores, siguen la escuela krausiana.


Castelar escribe unos artículos contra la iniciativa de Isabel II de enajenar los bienes del Real Patrimonio para dar una tercera parte al Erario, y el Gobierno le priva... de su cátedra.


El grupo de profesores krausistas protesta por esta determinación y Sanz del Río y Fernando de Castro son destituidos; a Giner se le suspende en el ejercicio de la cátedra, mientras se sustancia el expediente que se le abre (1867).


La revolución de 1868 repone, en sus cátedras, a los profesores destituidos y suspensos; Castro ocupa el Rectorado de la Universidad, y él mismo y el grupo krausista realizan una gran labor en pro de la cultura. Pero, una vez restaurada la monarquía de Alfonso XII, el ministro de Fomento, Manuel de Orovio, exige una serie de medidas de control de la enseñanza superior, contra las cuales protestan, de nuevo, los catedráticos de talante liberal. Esta vez el Gobierno es más duro; se abren expedientes, se encarcela a algunos profesores -entre ellos Giner- y se confina a otros (1875). Al fin, se les priva de sus cátedras. 

En vista de lo sucedido, Giner, Azcárate, Salmerón, Montero Ríos, Figuerola, etcétera, fundan, en 1876, una Institución Libre de Enseñanza, que se dedica a la superior y a la secundaria, en un principio, y cuyo credo es:

 la neutralidad religiosa y política y la independencia total del Estado y de toda comunión religiosa o escuela filosófica.


La falta de medios y la negativa del Estado a reconocer oficialmente los estudios realizados en el nuevo centro obligan a Giner a prescindir de la enseñanza superior (1882), limitándose a una escuela de niños, cuyos métodos corresponden a la que se ha llamado escuela activa, y dando primacía a la educación sobre la enseñanza. La finalidad de la Institución es formar hombres y la ética tiene primordial importancia. A partir de 1885 se inaugura la coeducación, con la escuela de párvulos.


Independientemente de la Institución, Giner y su discípulo Manuel Bartolomé Cossío inspiran la creación de centros estatales, que han contribuido, fundamentalmente, a renovar la cultura española. Así: el Museo Pedagógico de Instrucción Primaria, el Instituto de Reformas Sociales, el Instituto Central Meteorológico, la Estación Marítima de Zoología y Botánica Experimentales, de Santander, la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, que a su vez creó la Residencia de Estudiantes para varones y otra para señoritas, el Instituto-Escuela de segunda enseñanza, el Instituto de Investigaciones Biológicas Santiago Ramón y Cajal y el de Física y Química. La Junta daba, además, becas para realizar estudios en el extranjero. Por iniciativa de Cossío, el Gobierno de la República estableció las Misiones Pedagógicas, que recorrían los pueblos de España, y el ministro institucionista Fernando de los Ríos fundó la Universidad Internacional, de Santander. 

La labor pedagógica de los institucionistas se extendió a numerosos centros entre los que importa destacar el Patronato para el niño delincuente, cuando no existía, aún, el Tribunal de Protección de menores. La obra de Giner y de sus seguidores ha sido profunda y enorme, pero tuvo siempre en contra a los elementos más reaccionarios del país. La guerra civil de 1936-1939 obligó a cerrar el centro y el Estado se incautó de todos sus bienes, que han sido devueltos en 1978, después de restablecido en España un orden constitucional.


Desde 1876 hasta la guerra civil de 1936, la ILE se convirtió en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de las fronteras españolas.



El BILE

Testimonio de este vigor innovador es el elenco de colaboradores del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE)


El Boletín comenzó a publicarse cuatro meses después de la fundación de la Institución Libre de Enseñanza, el 7 de marzo de 1877. En la cabecera del primer número se reproducía el artículo 15 de la ILE, que declara su independencia política, religiosa y filosófica y proclama el principio de libertad de indagación científica y su exposición.


El BILE, además de informar sobre la marcha del centro, respondía a la constatada "necesidad de una publicación económica donde se dé a conocer el movimiento intelectual contemporáneo". Con este enfoque, pronto se convirtió en una publicación singular en el mundo editorial español por su carácter cosmopolita y multidisciplinar y por la gran calidad de sus colaboradores. 


Pedagogos, investigadores, filósofos y literatos (entre ellos, Bertrand Russell, Henri Bergson, Charles Darwin, John Dewey, Santiago Ramón y Cajal, Miguel de Unamuno, María Montessori, León Tolstoi, H. G. Wells, Rabindranaz Tagore, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Azorín, Eugenio D'Ors, Ramón Pérez de Ayala, Julián Sanz del Río, Antonio Machado, Álvarez o Antonio y Manuel Machado Ruiz) colaboraron en la revista, ocupándose de temas clave relativos a la sociedad, la educación, la política, la economía, las ciencias y las artes de su tiempo. La apertura intelectual de sus directores y articulistas transformó lo que podía haber sido un boletín corporativo en una revista de vanguardia, que introdujo en España las nuevas ideas científicas y pedagógicas que se estaban ensayando en Europa a la vez que difundía las experiencias españolas y, en especial, el ideario institucionista.


A partir de 1889, su contenido quedó estructurado en tres secciones permanentes: Pedagogía, dedicada a temas de enseñanza; Enciclopedia, que recogía lo relacionado con la ciencia, el arte, la filosofía, la historia, la arqueología y otras disciplinas, e Institución, que trataba los temas referentes a la vida de la propia ILE. 


La guerra civil de 1936 interrumpió la publicación del BILE, que en diciembre de ese año publicó el último número, en el que anunciaba su suspensión "mientras dure la situación [...] por la que atraviesa nuestro país".



El Boletín del exilio: 1961-1970

Durante los años del exilio se publicó en México un boletín editado por la Corporación de Antiguos Alumnos de la Institución Libre de Enseñanza, del Instituto-Escuela y de la Residencia de Estudiantes y dirigido por Bernardo Giner de los Ríos. El primer número se editó en 1961 y el último, que notificaba la muerte de su director y la de Gloria Giner de los Ríos, en 1970.



La "segunda época" del BILE

Después de medio siglo de silencio obligado, en 1977, durante el período de transición a la democracia, se legalizó la Fundación Francisco Giner de los Ríos, aunque la recuperación y restauración definitiva de los bienes que le habían sido incautados no comenzó a ser efectiva hasta 1978. La Fundación reanudó sus actividades, y la publicación del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza se convirtió en uno de sus principales objetivos. En 1987, bajo la dirección de Antonio Jiménez-Landi, la revista inició lo que su director denominó la "segunda época", recobrando la memoria histórica de la publicación con la misma perspectiva multidisciplinaria. A partir de 1990 asumió la dirección de la publicación Juan Marichal. 


El BILE actual ha regularizado su aparición y amplía constantemente su tirada. El contenido de la publicación está marcado por su carácter de revista de ideas y de cultura, con especial atención a los problemas actuales de la educación y con referencia a las tradiciones representadas por la Institución Libre de Enseñanza y su entorno mediante de la publicación de textos y documentos históricos.




El influjo del institucionismo.

Bajo la influencia de Giner y la Institución se emprendieron desde organismos públicos importantes reformas en los terrenos jurídico, educativo y social, y se crearon organismos como el Museo Pedagógico, y la Junta para Ampliación de Estudios, de la que dependían el Centro de Estudios Históricos, el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales o la Residencia de Estudiantes.


En torno a la Junta y al Museo cristalizaron desde 1907 hasta 1936 intentos de reforma científica y educativa que dieron lugar a iniciativas pioneras: El Instituto Escuela, las pensiones para ampliar estudios en el extranjero, las colonias escolares de vacaciones, la Universidad Internacional de verano o las misiones pedagógicas, actuantes durante la Segunda República.

Illich y la desescolarización





Illich señala que especialmente en la sociedad de consumo, la escuela ha llegado a ser una industria, el diploma un producto, la enseñanza con sus empleados y empleadores, el mercado más grande de empleo, mercado detrás del cual se maneja una peligrosa burocracia.

La escuela es una institución construida sobre el axioma de que el aprendizaje es el resultado de la enseñanza. Y la sabiduría convencional continúa aceptando este axioma, pese a las abrumadoras pruebas en sentido contrario. 
Todos hemos aprendido la mayor parte de lo que sabemos fuera de la escuela.
Las más de las veces los maestros obstruyen el aprendizaje de materias de estudio conforme se dan en la escuela.

La desescolarización es un movimiento que pide la desaparición de la escuela, como reacción radical al mito de la escuela como institución que educa.
Se debe entregar la misión educativa a la sociedad convivencial y humana, que ofrece al hombre la posibilidad de ejercer la acción más autónoma y más creativa, con ayuda de las herramientas menos controlables por los otros.

Un verdadero sistema educativo deberá proponerse objetivos:
  • a todos los que quieran aprender hay que darles acceso a las fuentes existentes, no importa en qué época de su existencia
  • es preciso que los que desean impartir sus conocimientos puedan encontrar otra persona que desee adquirirlos
  • un sistema tal supondría la existencia de garantías constitucionales acordadas a la educación, para evitar que el que aprende deba someterse a un programa obligatorio y una segregación fundada en la posesión de certificados y diplomas.

Relación docente-alumno
Como no habrían escuelas tal cual las conocemos ahora, la relación profesor alumno cambiaría por una relación entre iguales (compañeros de aprendizaje) y entre dichos iguales y los que ya tienen los saberes.

El sistema relacional funcionaría así:
  • Alguien que quiera aprender sabe que necesita tanto información como reacción crítica respecto al uso de esa información por parte de otra persona.
  • La información puede almacenarse en personas y en cosas
  • En un buen sistema educacional el acceso a las cosas debiera estar disponible con sólo pedirlo el aprendiz, mientras el acceso a los informantes requiere además el consentimiento de terceros.
  • La crítica asimismo puede provenir de 2 direcciones: de los iguales o de los mayores, es decir, de compañeros de aprendizaje o de aquellos que me concederán una parte de su experiencia superior.
Estos últimos pueden ser guías respecto a la pregunta correcta por plantear entre iguales y a la deficiencia de las respuestas que lleguen.
Todas estas relaciones se darían dentro de Redes del Saber, que reemplazarían a las escuelas.
Todas las personas pueden acceder a todo tipo de fuentes del conocimiento en cualquier etapa de su vida. Es decir, no se necesitan diplomas primarios y secundarios para acceder a contenidos universitarios, tal cual es ahora.
El planteamiento de nuevas instituciones educacionales no debiera comenzar por las metas administrativas de un rector director, ni por las metas pedagógicas de un educador profesional, ni por las metas de aprendizaje de una clase hipotética de personas.
No debe iniciarse con la pregunta ¿qué debiera aprender alguien? sino con la pregunta ¿con qué tipo de cosas y personas podrían querer ponerse en contacto los que buscan aprender a fin de aprender?

Redes del Saber
Si bien en el apartado "Relación docente-alumno" describimos el funcionamiento relacional, dentro de las Redes del Saber, entre los que quieren aprender y los que ya tienen los saberes, Illich propone además los siguientes elementos, los cuáles facilitarían el funcionamiento del sistema:
  • Servicios de Referencia respecto de Objetos Educativos: que faciliten el acceso a cosas o procesos usados para el aprendizaje formal.
Algunas cosas de estas pueden reservarse para este fin, almacenadas en bibliotecas, agencias de alquiler, laboratorios y salas de exposición, tales como museos y teatros; otras pueden estar en uso cotidiano en fábricas, aeropuertos o puestas en granjas, pero a disposición de estudiantes como aprendices o en horas de descanso.
  • Lonjas de Habilidades: que permitan a unas personas hacer una lista de sus habilidades, las condiciones según las cuales están dispuesta a servir de modelos a otros que quieran aprender esas habilidades y las direcciones en que se las puede hallar.
  • Servicio de Búsqueda de Compañero: una red de comunicaciones que permita a las personas describir la actividad de aprendizaje a la que desean dedicarse, en la esperanza de hallar un compañero para la búsqueda.
  • Servicios de Referencia respecto de Educadores Independientes: los cuales pueden figurar en un catálogo que indique las direcciones y descripciones -hechas por ellos mismos- de profesionales, paraprofesionales e independientes, conjuntamente con las condiciones de acceso a sus servicios. Tales educadores, podrán elegirse encuestando o consultando a sus clientes anteriores.
 Pros y contras de la desescolarización
A favor:
  • Cuando los hijos son infantes o adolescentes, implicaría un rol más activo de los padres en la dirección a dar a la educación de sus hijos
  • Desaparecería la burocracia de profesores que describe Illich, cada profesor, maestro, educador tendría trabajo dentro de las Redes del Saber pero distinto a la actual forma
  • Aumentaría la motivación para estudiar con respecto a los actuales alumnos, en especial a nivel secundario de hoy
  • Internet facilitaría el funcionamiento de las Redes del Saber
En contra
  • La tarea de control de calidad de los procesos de formación emergentes de las Redes del Saber sería compleja
  • Mucha gente necesita seguir caminos armados, recibir órdenes y este sistema privilegia la autoorganización, quizás muchos no se adaptarían
  • Hay muchos intereses creados en la industria de la educación, implica una dificultad política para aplicar semejante cambio estructural
  • Internet, al menos en los países subdesarrollados, no está al alcance de todos
Otras observaciones
  • Debería haber un sistema de becas a la demanda para que todos los que deseen estudiar en cualquier Red del Saber y no tengan recursos para pagar lo puedan hacer; a diferencia del actual sistema basado principalmente en subsidios a la oferta educativa (subsidios a las escuelas)
  • El estado debería tener un rol de fijación de pautas mínimas, es imposible que funcione sin la participación del Estado